sábado, 13 de febrero de 2010

RETRATO, CONCEPTOS GENERALES

Harmennsz van Rijn Rembrandt

1669. Óleo sobre lienzo. 86 x 70, cm. The National Gallery. Londres. Inglaterra.

Un retrato es una pintura, fotografía u otra representación artística de una persona.

A menudo se captan los rasgos de la cabeza del retratado. La intención es representar la apariencia física de la persona, incluso a veces se logra representar su personalidad y a través de todo esto reflejar al mismo artista.

El arte del retrato floreció en las esculturas romanas, en las que los retratados demandaban retratos realistas, incluso si no les favorecían. Durante el siglo IV, el retrato cedió terreno en favor de la idealización del aspecto del retratado.

En Occidente uno de los retratos más famosos es La Gioconda de Leonardo da Vinci, que de hecho es el retrato de una mujer anónima.



Entre los retratos más antiguos de gente particular, que no fueran reyes ni emperadores, son los retratos funerarios que han sobrevivido en el clima seco del distrito de Fayum en Egipto.


Son los únicos retratos de la era Romana que han sobrevivido hasta nuestros días, aparte de los frescos.


Cuando el artista crea un retrato de sí mismo se denomina autorretrato. El autorretrato más antiguo que se tenga constancia es el de Nicholas Hilliard de 1575, aunque no fue el primero que creó una imagen de sí mismo.


Miniaturista y orfebre inglés. Sus exquisitos retratos en miniatura, muy apreciados en la corte de Isabel I, le proporcionaron una gran fama. Su obra más conocida, el Joven del rosal, evoca el aristocrático encanto de las comedias de Shakespeare. Como teórico, escribió El arte de la pintura (1600).

El retrato es a menudo uno de los principales motivos de pintores y artistas y pocos se han resistido en algún momento a realizar un retrato, captar el rostro y la personalidad del retratado requiere un completo conocimiento de la representación de los rasgos en proporción de unos con otros es decir, de un buen dibujo.


No se puede hablar de un único sistema de trabajo a la hora de plantear retrato; existen retratos de marcado carácter académico y otros libres y espontáneos, con el denominador común de que tanto un estilo como otro se sirven del dibujo como base.

Al principio en los inicios del retrato, sólo se retrataba a los sectores privilegiados, pero durante 200 años el retrato fue alcanzando un espectro social bastante amplio, tal es el caso de los retratos de Giovanni Battista Moroni con el sastre.


De Maerten Jacobsz van Heemskerck con su retrato de mujer hilando los cuales representan oficios de la época, los cuales no estuvieron exentos de críticas para su época.


En cuanto al tamaño, los primeros ejemplares medían unos 30 ó 40 centímetros, como el de Margaret, la mujer del pintor de Jan van Eyck.


Mientras que al finalizar el periodo renacentista, es posible encontrar pinturas de unos dos metros, como la de Rubens, la marquesa Brigida Spinola Doria.


Como un género artístico, el retrato del Renacimiento satisfizo distintas necesidades como la conmemorativa para recordar a los ausentes, como el retrato Anciano con su nieto de Domenico Ghirlandaio.


La representación del amor familiar con el trabajo Micer Marsilio y su esposa de Lorenzo Lotto.


Retratos que reflejan el valor de la amistad como el Retrato de dos amigos de Pontormo.


Así como la de los ideales, en el el Retrato de mujer inspirado en Lucrecia, también de Lorenzo Lotto.


El retrato también conoció de límites físicos y conceptuales, por lo que la muestra aborda el contrarretrato como representación de lo anti-ideal. Así, es posible encontrar retratos de arquetipos contrapuestos, o de imágenes que intentan retratar la esencia del personaje sobre la apariencia.

El autorretrato ha permitido al artista plasmar sus aspiraciones sociales e intelectuales, y al mismo tiempo, experimentar con la pintura como espejo.

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